Diez consejos para hacer más difícil la venta de tu vivienda (y 2)

7.- ELEGIR MAL O NO CONFIAR EN LA AGENCIA INMOBILIARIA 

 

Una mala elección de la agencia inmobiliaria es siempre un problema difícil de superar que se arrastra y se agudiza durante todo el proceso de venta. Este es uno de los mayores errores que cometen los propietarios de viviendas.

 

Si la agencia elegida tiene una política de captación de clientes mala o agresiva no importa lo experimentada que sea a la hora de comercializar nuestra vivienda. 

 

Actitudes deshonestas por su parte tales como dar un valor excesivamente alto a la vivienda con el fin de conseguir que les confíes la venta o amenazarnos con que no vamos a poder venderla sino bajamos el precio de forma espectacular suponen siempre una experiencia desagradable para cualquier propietario.

 

Lo normal y deseable por todos nosotros es encontrarnos con una agencia que cuente con profesionales amables, leales, honestos y que tengan siempre en mente nuestras necesidades.

 

La profesionalidad es también muy importante. Contar con una agencia con un profundo conocimiento del mercado de la zona  es tan esencial o más que saber cuántas viviendas similares a la nuestra han podido vender en las últimas semanas.

 

Por último, una agencia con buenas habilidades de marketing vale su peso en oro. Nos debemos asegurar de que nuestra agencia sepa posicionar nuestra casa en internet. 

 

Antes de elegir nuestra agencia debemos comprobar su presencia, su actividad y su posicionamiento en los buscadores. Esto es fundamental, ya que si una agencia no sabe posicionarse en el mercado, difícilmente sabrá que técnicas de marketing emplear para posicionar con ventaja nuestra casa. 

 

Debemos confiar en nuestra inmobiliaria, debemos dejar que hagan su trabajo, dándole toda la autonomía que le haga falta. Esto incluye permitir a la agencia que se comunique con los potenciales compradores en nuestro nombre, que negocien condiciones en nuestro nombre, que hagan visitas a nuestra casa sin estar nosotros. Debemos confiar en el criterio de nuestra agencia inmobiliaria, debemos delegar en ella ya que es su trabajo, y no el nuestro, el vender nuestra casa y eso es que hacen todos los días. Ellos son los expertos.

 

8.- VENDER EN EL MOMENTO EQUIVOCADO

 

Tenemos tres alternativas para equivocarnos a la hora de elegir el momento de vender nuestra casa:

 

1.- Vender sin saber dónde vamos a comprar. Si no tenemos decidido donde vamos a comprar nuestra próxima vivienda no es buen momento para vender en la que estamos viviendo. La primera consecuencia de esta decisión es que tengamos que rechazar las oportunidades de venta que se nos presenten porque el comprador quiera trasladarse inmediatamente o, si aceptamos la que más nos convenga, tener que desviar parte de los fondos obtenidos en alquilar una vivienda temporalmente hasta que hayamos tomado una decisión con respecto a nuestra compra.

 

2.- Anticiparse o retrasarse en exceso en tomar la decisión. Si decidimos construirnos nuestra nueva casa, no es buena idea poner a la venta en la que estamos viviendo ahora si todavía no hemos comprado el terreno o no tenemos ni proyecto ni licencia (anticipación). En este caso, tampoco es buena idea el esperar a poner en venta nuestra casa actual cuando ya tengamos elegidos hasta los paños de la cocina (retraso).

 

3.- Elegir mal la época del año. El mercado inmobiliario en España es muy sensible a la estacionalidad. Desde el año 2007 se aprecian ciclos anuales en los que se empieza con un fuerte repunte a principios de año, se prosigue con un ligero descenso o estancamiento durante el siguiente trimestre, para volver a repuntar a inicios de la temporada de verano. Se repite el tramo de descenso moderado tras la época estival, y por último el mercado vuelve a repuntar en el último trimestre del año prolongándose hasta el inicio del año siguiente en el que vuelve a repetirse el ciclo estacional.

9.- SER EL PROTAGONISTA DURANTE LAS VISITAS.

 

Cuando enseñamos nuestra casa a los potenciales compradores tendemos a convertirnos en protagonistas. Queremos imponer el día y la hora de la visita (la que a nosotros nos conviene más, el lunes a las seis no, que tengo pilates). Queremos ser los guías turísticos y dirigir a los compradores en la visita (primero vemos el salón y luego la cocina porque así aprovechamos y nos tomamos un café que está recién hecho). Tendemos a hacer más preguntas al comprador que el a nosotros (que donde ha visto el anuncio, que cuando se quieren venir a vivir).  Somos proclives a contar la vida y milagros de cada uno de los rincones de nuestra casa (que la obra de la cocina la hicimos con un pellizquito que nos tocó en Navidad, que los muebles del niño son de cuando su comunión y están como nuevos, que la alfombra del salón es del último viaje a la India….).

 

Error tras error. Los protagonistas no somos nosotros, es nuestro posible comprador. El marca, dentro de unos límites, fecha y hora de la visita, el va delante de nosotros en la visita, el nos pregunta lo que le interesa saber. A él no le interesa la comunión del niño, ni el viaje a la India, ni el año que nos tocó el gordo de Navidad.

 

Lo ideal es que las visitas las hagan el comprador y nuestro agente inmobiliario. Que anden por donde les apetezca, que comenten lo que quieran. De hecho, lo mejor que podemos hacer es que cuando lleguen ellos es irnos a dar un paseo por el parque.

10.- VENDER UNA CASA MAL SITUADA 

 

¿Quién nos iba a decir hace diez años que el campo que teníamos enfrente de la casa que acabábamos de comprar iba a ser una autopista, o que los bares de nuestra calle se iban a poner de moda o que el solar de al lado se iba a convertir en un centro logístico?

 

La situación de nuestra casa es fundamental para que su venta se simplifique o se complique hasta el extremo de que casi tengamos que regalarla. Es lo único que no podemos cambiar, disimular o maquillar.

 

Si queremos vender una casa situada en un barrio conflictivo, o que esté en una zona de ocio nocturno, o que esté próxima a zonas industriales o a calles o carreteras con mucho tráfico, una casa próxima a depuradoras o vertederos, tenemos un grave problema pero que puede tener solución si contamos con una buena agencia inmobiliaria, ponemos un precio de venta atractivo y aportamos valor añadido a nuestra casa haciéndola destacar por su aspecto.